DIOS Y EL MATRIMONIO.

El Matrimonio es una Relacion Unica

 El matrimonio es una relación única y maravillosa que requiere dedicación y perseverancia. Los hijos de Dios debemos reflejar su amor en todas nuestras relaciones y el matrimonio nos da a diario oportunidades para mostrarlo.

La Biblia habla bastante sobre el matrimonio y nos da muy buenos consejos. Es un tema tan importante para Dios que hasta compara su relación con la Iglesia con la relación matrimonial. Veamos algunos versículos bíblicos que hablan sobre el matrimonio.

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Primero el cónyuge, después los padres

Por eso el hombre deja a su padre y a su madre, y se une a su mujer, y los dos se funden en un solo ser.
(Génesis 2:24)

Este versículo dice que el matrimonio que Dios instituyó requiere de dos acciones. Primero, dejar a los padres físicamente. Al casarnos formamos una nueva familia, un nuevo hogar y esa debe ser nuestra prioridad. Por supuesto que tenemos que amar y honrar a nuestros padres hasta la muerte, pero debemos entender que como nueva familia, haremos planes y tomaremos decisiones contando el uno con el otro.

Segundo, unirnos en una sola carne con nuestro cónyuge: unidad sexual y unidad emocional. Desde el momento en que nos casamos disfrutaremos sexualmente el uno del otro y buscaremos caminar juntos en todas las áreas, como por ejemplo, la economía familiar, el servicio a Dios y la educación de los hijos cuando lleguen.

Es para siempre

¿No han leído —replicó Jesús— que en el principio el Creador “los hizo hombre y mujer”, y dijo: “Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su esposa, y los dos llegarán a ser un solo cuerpo”? Así que ya no son dos, sino uno solo. Por tanto, lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre.
(Mateo 19:4-6)

El diseño original de Dios es que el matrimonio sea para siempre. El divorcio no forma parte de su plan, él desea que estemos juntos hasta la muerte. En este versículo de Mateo, Jesús admite que Moisés permitió el divorcio "por la dureza del corazón del hombre". Hay situaciones límites de abuso o infidelidad que requieren una medida drástica, pero el plan original de Dios para el matrimonio es que el hombre y la mujer permanezcan juntos hasta que la muerte los separe.

Trae felicidad

Quien halla esposa halla la felicidad: muestras de su favor le ha dado el Señor. - Proverbios 18:22

Quien halla esposa halla la felicidad: muestras de su favor le ha dado el Señor.
(Proverbios 18:22)

Dios debe guiarnos en la elección de nuestra pareja. Recibimos bendición cuando escogemos dentro de su voluntad para nosotros. Debemos casarnos con alguien que trae alegría a nuestro corazón, alguien que nos acerca a Dios y a su propósito para nuestra vida. Así caminaremos juntos y con gozo el camino por el que Dios nos lleve.

Unidad en Cristo

No formen yunta con los incrédulos. ¿Qué tienen en común la justicia y la maldad? ¿O qué comunión puede tener la luz con la oscuridad? ¿Qué armonía tiene Cristo con el diablo? ¿Qué tiene en común un creyente con un incrédulo?
(2 Corintios 6:14-15)

La palabra cónyuge quiere decir unidos por el yugo, en referencia a la yunta que mantiene unidos a los bueyes para que puedan arar en la misma dirección. El matrimonio debe estar unido en todos los sentidos y la unión espiritual es vital. Debemos estar unidos en Cristo, ambos amar y obedecer a Jesús para poder vivir en armonía y para que Cristo sea glorificado en todo lo que hacemos.

Aprende más sobre el matrimonio en la Biblia con estos versículos

Sumisión como al Señor

Sométanse unos a otros, por reverencia a Cristo. Esposas, sométanse a sus propios esposos como al Señor.
(Efesios 5:21-22)

No hay temor a someternos el uno al otro cuando ambos estamos llenos del amor de Dios. Confiamos que Dios guía a la otra persona dentro de su voluntad y no tememos que se aproveche o nos haga daño a propósito. Por eso es importante casarnos con alguien temeroso de Dios y lleno de su Espíritu Santo. Si sabemos que sus acciones y palabras están guiadas por el Señor, no tendremos miedo a someternos el uno al otro. El amor perfecto que Dios nos da echa fuera cualquier temor (1 Juan 4:18).

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